¿Viejo espíritu de mi inocente infancia aun me acompañas?
¿habitas en la débil fragancia de todas las ilusiones?
Bajo la lluvia contemplo
la conciencia de no navegar ya
en los delicias de aquellos sueños
Todas las praderas quedaron devastadas,
los cromos arlequinados yacen en el recuerdo
y el poderoso ganador; tiempo,
se aleja de la dulce inquietud del corazón
A lo lejos, una llama ardida en las manos
alerta al centinela en su inquieta vigilia,
pues es de él sabido, que toda la magia perdura
en la aromática esencia de la niñez.
La mirada es la misma, así que el espíritu seguro que nunca se ha ido.
ResponderEliminarHola Benito, creo que en tus poemas aun esta el alma de ese niño que navega atravesando fronteras y sabes aun te pareces mucho a ese niño físicamente tienes el mismo semblante tierno, bello poema como siempre, y muy hermosa foto que lindo recuerdo tienes.
ResponderEliminarUn gran abrazo que tengas un buen fin de semana.
En nuestro corazón siempre quedará algo de ese niñ@ que fuimos...
ResponderEliminarUnos versos profundos, amigo
Un abrazo
Tan dulce y tierno como ahora...No cambies amigo.
ResponderEliminarBonito poema.
Bss
Un precioso poema en el que late, todavía, la esencia de la niñez. Estoy segura que ese niño aún te habita dentro, querido amigo.
ResponderEliminarUn beso grande, Benito.
Conforme pasan los años
ResponderEliminarnos encontramos más cerca del pasado,
me he entretenido leyéndote,
una placer en esta tarde cálida
de quasi invierno,
un abrazo