jueves, 30 de enero de 2014

En la tumba de la poesía



La tarde inclinada, exhalaba sus indecisas luces sobre el manantial de mis manos, mientras, un caprichoso rosal recogía de la noche las primeras sombras en el sollozo de sus pétalos heridos.
El día oscureció y se llevo consigo el velo de luz,
Naufragados los besos en el mar de los relámpagos grises, anidando el alma en la dulce pena, quedé.
- ¡Oh, amor, si pudiera ocultar mi dolor entre las nubes que lloran el silencio! ¿Qué no daría yo, por el ardiente calor de tu aliento?
El sueño me propuso morir en la tumba de la poesía y un perfume inacabado de ausencias formaba bóvedas en las parras de mi corazón.

….recordándote. 

3 comentarios:

  1. Mil gracias mi querido y admirado rapsoda por obsequiarnos la sensibilidad de tu alma mudada en nostálgica, bella y dulce grafía. Muchos besinos de esta amiga que siempre te lleva en el corazón.

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  2. Qué perfume más bonito llevan tus letras, Benito.

    Se enredan en las parras del corazón tus poemas. ¡Precioso!

    Besos grandes, amigo.

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  3. Hola Benito que lindo encontrarme hoy con tus lindas y nostálgicas letras, ando media en retirada de las letras por eso no había venido entro muy poco a los blogs pero como hoy es domingo me eh dado un recreo y que bueno a sido encontrarme con tus mágicas letras.

    Besitos de luz feliz domingo amigo mío.

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