Y cuando la noche respire suave
y los suspiros sean melodías lejanas,
deja que el oleaje de la ternura
embellezca el brillante velo de sus canas.
Por ello hoy te digo,
mi buen y fiel amigo.
Haz, de los sonidos deliciosos
del viento,
un poema de amor para Noelia
No hay comentarios:
Publicar un comentario