En el dulce interior rebosa el silencio de las nieblas del alma,
el sol madura en su matiz rosado mi paciente mirada
y cruzo el arroyo de la olvidada primavera.
Aún así…
El espíritu hondo goza de armonías,
ajeno al surgimiento diario de la canción de vida.
Brilla desde lo más alto del tiempo en mi corazón,
el intimo sabor de tus besos,
Y un rayo de rosas puras en su matinal resplandor
embellece el presente de seguir
…….amándote
Ahí, en el interior, es donde el amor se vuelve dulce.
Un precioso poema, Benito.
Un abrazo grande, amigo mío.
Gracias Lucia, llevo intentando entrar en tu blog y no me deja ¿que hago mal? un besito
ResponderEliminarEl jardín esta cerrado, te dejo el enlace del nuevo:
Eliminarhttp://huellasymashuellas.blogspot.com
A ver si puedes ahora:-)
Besitos!!
El AMOR en mayúsculas se haya en nuestro interior, acunado por besos, caricias, recuerdos, todo ello conforma el DULCE SENTIDO DE LA VIDA.
ResponderEliminarBonitos versos amigo Benito :)
Un abrazo azul
Las palabras más bellas son las que brotan de nuestro interior y en este poema quedaron bordadas.Hola Benito,vengo del blog de Ozna y creo que tienes un lindo blog,un abrazo
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